jueves, 18 de febrero de 2010

Llamados distintos

La música de las campanas tristes
sólo conoce la piedra y el hierro

los hombres tristes lagrimean y van
a su encuentro

no recuerdan cómo era
la luz dorada del sol
sobre la efervescencia silenciosa
del árbol

ya no se suben a él
ni le hablan

sin embargo
inadvertidamente
caminan
bajo las copas
de los tilos

y suspiran
de alivio.












1 comentario:

  1. Una rama despojada de hojas,
    un cuervo posado en ella . . .
    Este atardecer de otoño.

    (Basho,poeta haiku. Ensayos Sobre el Budismo Zen, del Dr. Suzuki)

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