sólo conoce la piedra y el hierro
los hombres tristes lagrimean y van
a su encuentro
no recuerdan cómo era
la luz dorada del sol
sobre la efervescencia silenciosa
del árbol
ya no se suben a él
ni le hablan
sin embargo
inadvertidamente
caminan
bajo las copas de los tilos
y suspiran
de alivio.

Una rama despojada de hojas,
ResponderEliminarun cuervo posado en ella . . .
Este atardecer de otoño.
(Basho,poeta haiku. Ensayos Sobre el Budismo Zen, del Dr. Suzuki)